
Almorzamos allí, probó el caldo de barbacoa, un platillo nuevo que le encantó. Aprovechamos para comprar chiles secos, quesos con rajas, vasitos de fruta con chamoy, etc.
Satisfechos y felices nos lanzamos a Peña Bernal. El paseo fue muy divertido, conocimos algunos rincones del pueblo mágico, probamos el Jiote, y nos lanzamos a las faldas de la peña.
Algunos de los mas jóvenes (y no tan jóvenes) emprendieron la subida, mas de uno llegó hasta las cruces. Yo la verdad me dedique a disfrutar de la tarde y charlar con los que ya estabamos bastante cansados de cuatro días de taller y fiesta.
Merendamos gorditas de maíz azul (otro delicatessen nuevo para nuestro invitado) y cuando todo mundo ya había regresado de la peña fue hora de abrazos y despedidas, de buenos deseos e invitaciones para volver a vernos mas o menos pronto.
Axé para nuestro invitado M. Cabello
Axé para nuestros amigos
Axé para Nuestra Señora del Pueblito, que yo se que le gustó nuestra aventura.

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